Felipe Calderón "el presidente del… la demagogia"

En estos días se dio a conocer la cantidad de spots que se transmitirán a lo largo del sexenio, la cifra es sorprendente, más de 70 mil hora se destinaran a construir una realidad artificial. La publicidad del gobierno debería servir para informar a la sociedad sobre como mejorar su situación, ayudar a resolver problemáticas sociales, y en menor medida dar a conocer algunas acciones realizadas por el gobierno.

Sin embargo, lo que se ha buscado durante ya varias décadas es una manipulación masiva, controlar a la sociedad con base en la televisión y la radio, y esto les ha dado resultados, con un martilleo constante, la repetición, y una sociedad con bajos niveles de análisis y síntesis, con una corta memoria histórica, han podido llevar a la sociedad hasta la más inverosímil enajenación.

No conformes con tener a su disposición todo el dinero para el bombardeo publicitario y tener a las televisoras de su lado, buscan que no existan voces disidentes. La censura en por lo menos dos ocasiones para que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) transmitiera sus spots en los tiempos oficiales que el Instituto Federal Electoral (IFE) le destina a cada uno de los partidos políticos, además de que en 12 estado no se transmitió el primer programa de la Verdad Sea Dicha, por sospechosas fallas técnicas.

Esto combinado con el cerco informativo que las televisoras y la mayoría de la radiodifusoras tienen al movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el cual llego al absurdo de no transmitir las asambleas multitudinarias que se llevaron a cabo después del 2 de julio. Ignorando a por lo menos 14 millones de ciudadanos. Esto sin contar los esfuerzos desde el gobierno para castigar a los medios que se atreven a poner sobre la mesa las diferentes posturas.

Para los publicistas la ideología no existe, el objetivo es convencer a la población de que adquiera este o aquel producto, que en caso de la política seria el voto o la aceptación de cierto gobernante, para esto, se valen de una infinidad de herramientas como la repetición, eslogan, símbolos, etcétera, realizan estudios de mercado en los cuales clasifican a los “clientes” y descubren sus gustos y sus fobias.

Mediante encuestas, sondeos, estudios de individuos, hacen estratificaciones, y crean estrategias de publicidad que se dirigen a cada segmento de la población, estas estrategias están compuestas por etapas en las cuales buscan conseguir ciertos objetivos los cuales les conducirán hacia la meta propuesta.

Esto lo saben bien los tecnócratas, saben utilizar las herramientas de la publicidad para la manipulación masiva, en este caso el conocimiento que desarrollaron durante años los comerciantes y que se ha desarrollado en la universidades. El Partido Acción Nacional (PAN) lo sabe muy bien pues muchos de sus miembros estudiaron en universidades de los Estados Unidos y en universidades de paga del país, donde existen sendos estudios de la materia.

Cada comercial, cada spot, esta perfectamente encadenado en un estrategia de publicidad, hay algo que se quiere transmitir y que muchas veces un televidente o un radioescucha no pueden percibir, se incrusta en su mente y poco a poco forma ciertos pensamientos, sensaciones y deseos, así como su contrario el rechazo, el cual seria propio de una campaña negativa.

La campaña de AMLO fue una campaña de propaganda política, no de publicidad, la cual esta marcada por la ideología, la movilización, el discurso, son características de la propaganda, por ejemplo, si comparamos el slogan de AMLO “por el bien de todos primero los pobres”, y el de Calderón “el Presidente del empleo”, veremos que en el primero se acentúa una visión ideológica, mientras en el segundo es una construcción publicaría.

Los publicitas de Calderón centraron su campaña en dos vertientes, una reducir el numero de simpatías hacia AMLO, pues sabían que un numero importante de los simpatizantes eran lo que se conoce como voto blando, además de alejar a los indecisos, por lo cual desarrollaron la guerra sucia de la publicidad, mientras por el otro lado impulsaban la estrategia de “el presidente del empleo”, la primera palabra daba como hecho que seria presidente y la segunda calaba en la primera demanda de la población el empleo.