En el primer caso el gobierno con visión se caracterizaría por ser dirigido por un gobernante sagaz, el cual conduce un gobierno caracterizado por la eficiencia y la eficacia, o sea por hacer las cosas bien en un tiempo record, el gobernante hace un gasto de los recursos de manera optima, esto es, en lo concerniente a recursos materiales, humanos y económicos. Su huella deja ejemplo para la posteridad y crea las condiciones para el desarrollo de la ciudad o del estado.
En el caso de un gobierno administrador, este se caracterizaría por el manejo regular de la administración pública, mantiene las cosas estables, crea infraestructura de manera moderada y da un mantenimiento a la ya existente, su desempeño no se puede definir como excelente, sin embargo, su trabajo esta alejado de la catástrofe.
En el caso del gobernante deficitario es aquel en que la administración publica es un caos, no tiene dirección clara, existe desorganización, el mantenimiento de la obra es deficiente y carece de obra pública, en este caso también existen casos de corrupción y despilfarro de los recursos del gobierno, ya sea en el caso de recursos materiales, humanos y económicos, en el caso de la seguridad pública esta es deficiente ya que no se da protección adecuada a la sociedad en esta materia.
Esta clasificación la podemos usar para las administraciones ya sea a nivel local, estatal o nacional, en el caso que nos ocupa analizaremos el H. Ayuntamiento de Lagos de Moreno encabezado por el Presidente Municipal José Brizuela López.
El problema de liderazgo del actual mandatario es evidente, desde el inicio de su administración tuvo que enfrentar el rechazo de su Secretario General, lo que demostraba su falta de cabildeo, no sólo en las filas de la oposición sino al interior de sus regidores, finalmente quien seria la Secretario del Ayuntamiento tuvo que abandonar el cargo, pues no contaba con la documentación requerida para tener el puesto.
Esta falta de liderazgo se ha manifestado en otras ocasiones como la designación del Juez Municipal y la concesión de la feria en el 2010, también es patente en la coordinación de las Direcciones, no se han realizado ajustes a estas aun y cuando su trabajo deja mucho que desear, no se imprime exigencia a sus titulares, existiendo problemas en el abasto de agua, luz, así como en la recolección de basura, por no hablar del mantenimiento de la obra pública.
Existen problemas en el uso eficiente de los recursos públicos, por ejemplo: en los recursos humanos la nomina del personal del Ayuntamiento aumento en más de 150 personas con respecto al personal que se tenia al iniciar su gestión, ese aumento no se ha manifestado en mejoría de las funciones del gobierno, en el último episodio de esta área se sindicalizaron más 100 nuevos trabajadores lo que crea mayores gastos para el gobierno, no se debe dejar de lado que incluso se dieron aumentos en la nomina de algunos Directores.
En materia de obra pública se tiene una deuda con la ciudadanía, no sólo no se ha generado nueva obra, lo que es peor no se le da el debido mantenimiento a la ya existente, es cierto que esto no se puede achacar solo a esta administración ya que con anterioridad se hicieron obras de pésima calidad que ahora se vuelven un dolor de cabeza para la administración en turno, sin embargo, se puede observar la falta de capacidad en este rubro en áreas en las cuales no se requiere mayor inversión que el poner al propio personal del gobierno a trabajar.
La materia de seguridad pública es compleja, es una tarea compartida en la cual los diferentes niveles de gobierno y poderes tienen un rol que jugar, el problema del abuso policial al parecer se ha disminuido, en la cuestión de equipamiento este se mejoro, sin embargo quedan otros pendientes como la contratación de personal y el descanso debido de los elementos policíacos, también hace falta un mayor control en cuanto a los accesos de la ciudad.
La administración de un gobierno no es una tarea complicada, lo importante es saber cuanto tengo y en que lo uso, no se requiere una preparación elevada, sino sentido común, deseo por servir y ganas de trabajar por el bien social.